Con este post queremos introducir en el blog un tema recurrente de nuestros informes patológicos: las humedades.
Cuando no es por un motivo resulta ser por otro, pero cada cierto tiempo nos toca estudiar alguna patología relacionada con el agua en las construcciones.
Y es que eso es lo que resulta ser la humedad: agua.
El problema es que es agua donde no debe haberla .
Antes de hablar de soluciones, analizemos el problema.
Lo primero es analizar de dónde viene esa agua y por qué está donde está.
Con esta premisa y en relación a la causa que las produce, podemos hablar de 3 tipos de humedades:
Para detallar un poco estos tipos, veamos una fotos de nuestro archivo:
La imagen precedente muestra un típico caso de humedad por capilaridad . Esta patología se produce cuando los elementos verticales, como muros y tabiques, están en contacto con el terreno sin las debidas medidas aislantes.
Al ser estos elementos “porosos” en mayor o en menor grado, se produce en ellos el llamado “efecto esponja”; que no es más que la ascensión del agua por estos poros del material debido a la “capilaridad” del elemento y la tendencia del agua a ocupar todos los vacíos que se encuentra.
Veamos esta otra foto:
En esta imagen podemos apreciar una mancha de humedad debido a una filtración . Las filtraciones pueden proceder de agua exterior (lluvia) o agua canalizada.
En el primer caso suele ser un problema de impermeabilización o rotura de algún material de cubrición (cubiertas y azoteas o terrazas).
En el segundo caso, alguna de las instalaciones del edificio no está funcionando correctamente, tiene pérdidas o directamente, se ha roto. Esto puede pasar con cualquier conducción de agua: fontanería, saneamiento, pluviales…
Veamos ahora esta otra foto:
De lejos las humedades más habituales. Son las llamadas humedades por condensación . En la foto apreciamos una gran mancha negra. Si mirásemos estas manchas al microscopio veríamos unos hongos que viven ahí muy a gusto debido al agua que “encharca” los poros del material.
Esta agua proviene del aire de la vivienda que, cargado de humedad, se enfría de repente sobre estas superficies debido a que están bastante más frías de lo que deberían.
Los motivos para que esto suceda tienen relación con la ventilación de la vivienda y los puentes térmicos que la misma pueda padecer, normalemente alrededor de las ventanas y en los cantos de forjado.
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Hasta aquí el análisis de los diferentes tipos de humedad. En sucesivos posts hablaremos de cómo solucionarlos de una manera óptima.